Sentirse amenazado por algún peligro puede generar en las personas ansiedad. Siendo esta una emoción normal dentro de los parámetros controlables.
Esta reacción emocional puede estar arraigada a factores genéticos del individuo, así como a la educación en su infancia y a las experiencias y personalidad desarrollada a lo largo de su vida.
Las situaciones de estrés en las relaciones interpersonales, las enfermedades físicas, las preocupaciones laborales y en ocasiones el exceso de cansancio también pueden originar ansia en la persona, desequilibrando su estado anímico y comportamiento.
La utilización de psicofármacos puede ayudar en el tratamiento contra la ansiedad. Así mismo, las terapias psicológicas ayudarían en gran medida a controlar la aparición de estos estados emocionales.
Independientemente de la herramienta empleada para ayudar a evitar la ansiedad, es importante que el individuo concientice que la mayoría del trabajo esta en el mismo y en el equilibrio emocional que opte por lograr.