Es una exfoliación mecánica suave que se realiza a través de ondas de ultrasonido aplicadas con una paleta. No hay raspado de la piel por lo que es muy bien tolerado por cutis sensibles y se realiza hidratación inmediata ya que se trabaja con aguas termales, utilizando el principio de sonoforesis (penetración de sustancias empujadas por ondas ultrasónicas).
La piel enseguida se aprecia luminosa, suave e hidratada, preparada para recibir los beneficios de los tratamientos tópicos que se apliquen a continuación. Es un tratamiento que se completa con hidratación y puede ser incluido dentro de las limpiezas faciales en caso de tener piel sensible y no tolerar la microdermoabrasión.