Tabaco
La piel de una fumadora tiende a deshidratarse. Como el riego sanguíneo es más deficitario, la piel aparece apagada, castigada y falta de vida. Cada cigarrillo supone una triple agresión contra la piel: genera radicales libres, disminuye el aporte de oxígeno a las células y provoca arrugas en el labio debido al gesto de succión del pitillo.
Insomnio
El descanso nocturno es fundamental para prevenir el envejecimiento prematuro porque estas horas de sueño suelen ser procesadas por el organismo para eliminar o neutralizar los radicales libres que se han producido.
Rayos solares
Tomar sol es uno de los principales enemigos de la piel, sobre todo si se expone en exceso y sin ningún tipo de protección. Esto ocasiona la pérdida de la elasticidad en la piel arrugas marcadas y aparición de manchas.
Bebidas alcohólicas
Tomar un poco de vino en las comidas o una copa de forma ocasional no daña a la piel, pero la ingesta regular de alcohol acaba provocando deshidratación y flacidez.
Mala alimentación
Comer de forma desequilibrada o consumir grasas animales en exceso son factores que multiplican los radicales libres y perturban la microcirculación. Agregue frutas a su dieta para otorgarle a su piel vitalidad, bienestar y belleza.
Poco agua
El cuerpo necesita agua: es necesario beber, como mínimo, un litro y medio de agua diario. No sólo lo notará su salud, sino también su piel.
Estrés
Los estados psíquicos de cada persona se reflejan en la piel, que aparece apagada.