Bolsas bajo los ojos
El estrés, el insomnio y las alteraciones en el rostro tienen una relación bastante fuerte. Esto hace que la piel y los ojos luzcan cansados, envejecidos y con un evidente problema de retención de líquidos.
Piel seca
La tensión causada por este problema también interrumpe la adecuada hidratación de la dermis. Su falta de control reduce el deseo de ingerir agua e incrementa la tendencia a consumir más café o soda.
Acné
Está comprobado que el estrés tiene mucho que ver en el desarrollo del acné, la psoriasis, el eczema y otros problemas cutáneos comunes. La liberación de cortisol crea un desbalance hormonal que se manifiesta en brotes y alteraciones tanto en el rostro como en otras áreas del cuerpo.
Sarpullido y urticaria
El sarpullido y la urticaria están causados por un desequilibrio en el intestino conocido como disbiosis. Esta surge cuando las bacterias malas colonizan este órgano e inhiben las funciones de los microbios buenos que protegen la salud.
Pérdida excesiva del cabello
En ocasiones la pérdida excesiva del cabello es el resultado de la constante exposición a situaciones estresantes. Este trastorno interrumpe el crecimiento del folículo piloso y causa un debilitamiento que conduce a la caída de las hebras.
Encanecimiento del pelo
El cabello también se puede envejecer antes de tiempo a causa de este trastorno. Si tienes factores genéticos de encanecimiento prematuro, el estrés disminuye con facilidad la producción de melanina, incrementando el número de cabellos grisáceos o blancos.