Se celebra cada 8 de mayo, el mismo día en que nació su miembro fundador Hernry Dunant.
La idea de la Cruz Roja surge cuando Dunant, se encontraba en un pueblo de Italia abatido por la guerra, enfrentándose el ejército francés, piamontés y austriaco dejando alrededor de 40 mil hombres mal heridos a su suerte. Sin importarle a que bando pertenecían, corrió a su socorro con la ayuda de personas de otros pueblos cercanos, a quienes llamaba "Tutti Fratelli" (todos hermanos).
Los principios fundamentales que caracterizan la labor humanitaria de la Cruz Roja son:
1. Humanidad: Prestar auxilio, sin discriminación, a todos los heridos en los campos de batalla, sin importar el aspecto internacional y nacional, busca prevenir y aliviar el sufrimiento de los hombres en todas las circunstancias. Proteger la vida y la salud. Favorecer la comprensión mutua, la amistad, la cooperación y una paz duradera entre todos los pueblos.
2. Imparcialidad: No hace ninguna distinción de nacionalidad, raza, religión, condición social ni credo político. Se dedica únicamente a socorrer a los individuos en proporción con los sufrimientos, remediando sus necesidades y dando prioridad a las más urgentes.
3. Neutralidad: Se abstiene de tomar parte en las hostilidades y, en todo tiempo, en las controversias de orden político, racial, religioso e ideológico.
4. Independencia: El Movimiento es independiente.
5. Voluntariado: Es un movimiento de socorro voluntario y de carácter desinteresado.
6. Unidad: En cada país sólo puede existir una Sociedad de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja, que debe ser accesible a todos y extender su acción humanitaria a la totalidad del territorio.
7. Universalidad: El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, en cuyo seno todas las Sociedades tienen los mismos derechos y el deber de ayudarse mutuamente, es universal.
En Venezuela, la Cruz Roja se estable el 30 de enero de 1895, como parte de los actos organizados con motivo de la Conmemoración del Centenario del Nacimiento del Mariscal Antonio José de Sucre.