El papel que desempeñan las montañas es fundamental para el desarrollo sostenible del planeta. Estas cubren un 22 % de la superficie terrestre y no solo proporcionan sustento y bienestar a los 915 millones de personas que habitan las regiones montañosas, sino que también benefician a los miles de millones que viven en las llanuras.
Asimismo, son lugares de culto religioso, peregrinaciones e incluso rituales, de todas las personas que viven en estos sitios.
Son fuentes de agua e incluso han sido veneradas por antiguas tribus que han vivido en las alturas. En los tiempos de sequía, el pueblo Kikuyu dirigía su mirada al Monte Kenya y pedía lluvias al dios Ngai. En los Andes, los incas construyeron sus templos en las cumbres más altas, a más de 6000 metros sobre el nivel del mar.
Igualmente, en China, tradicionalmente en las aldeas se dedicaba un templo a la deidad local de la montaña, las nubes y la lluvia.
Sin embargo, en algunos casos, el aislamiento consecuencia de una orografía accidentada, ha contribuido a crear y mantener intactas muchas culturas. Pero por desgracia, con el tiempo, la estabilidad de estas poblaciones se ha visto amenazada por la migración, la urbanización y los conflictos.
En este sentido, el Dia Internacional de las Montañas, en conjunto con el turismo, pueden ofrecer posibilidades a las comunidades de montaña, al igual que plantear y buscarle una solución a muchos de sus problemas.
Con información de un.org