Los jóvenes del mundo, que conforman la generación de jóvenes más numerosa de la historia, pueden encabezar el impulso mundial para romper con los patrones del pasado y situar al mundo en la senda de un futuro más sostenible.
Los jóvenes se ven directamente afectados por las trágicas contradicciones contemporáneas: la pobreza abyecta y la riqueza ostentosa, el hambre atroz y el vergonzoso desperdicio de comida, los vastos recursos naturales y las industrias contaminantes. Los jóvenes pueden aportar soluciones a esos problemas, que ocupan un lugar central en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Los jóvenes suelen estar a la vanguardia, y la juventud de hoy dispone de más información que cualquier otra generación anterior. Su dinamismo, creatividad e idealismo se puede combinar para configurar las actitudes relativas a la demanda y contribuir a crear industrias más sostenibles.
Los jóvenes ya están influyendo en los patrones mundiales de producción, distribución y consumo, al tiempo que impulsan las iniciativas emprendedoras ecológicas mediante el diseño de productos y servicios sostenibles. En su calidad de consumidores conscientes, los jóvenes están en la primera línea del cambio encaminado a establecer patrones de consumo más justos, equitativos y sostenibles.
Los jóvenes propugnan con decisión y eficacia el reciclaje, la reutilización y la reducción de desechos, y encabezan innovaciones tecnológicas destinadas a fomentar una economía que utilice eficientemente los recursos. Las inversiones en los jóvenes propician que puedan contribuir a generar nuevos mercados, trabajos decentes y opciones de vivienda, transporte y turismo sostenibles, y a suscitar otras oportunidades que beneficien al planeta y a sus habitantes.
En este Día Internacional de la Juventud, los jóvenes deben unirse a este esfuerzo mundial en pos del progreso. Son ellos los que deben contar con los recursos, el apoyo y el espacio que necesitan para generar un cambio duradero en el mundo.
Con fuente de un.org