Trabajar, implica responsabilidades, desgaste físico y mental. Mucho se ha dicho sobre ciertas condiciones que atacan a los trabajadores, sin embargo, algunos no pasan más allá de ser mitos.
En este sentido, las personas con una vida profesional en desarrollo, tienen el mismo riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer o el mal de parkinson, siendo los dentistas, peluqueros, banqueros y profesores, los más afectados.
Estudios realizados por el Instituto alemán Leibniz, confirman que los jóvenes no son los únicos que rinden eficientemente en el trabajo, ya que las personas de avanzada edad pueden tener la misma velocidad para procesar sonidos, imágenes y tomar decisiones importantes.
Así mismo, aunque se piense que el estrés laboral afecta más a los hombres, son las féminas quienes recaen en malos hábitos por la carga de trabajo, como el consumo de grasas, azucares y el cigarrillo.