A diario observamos a personas que padecen de un tic nervioso. Pero, vale aclarar que los tics son reacciones que inician en la niñez y por lo general, más que todo, estos movimientos son faciales. Guiños de ojo, sacudidas de cabeza, entre otros gestos nerviosos, sirven de ejemplo para referirse exactamente a lo que es un tic.
Ahora bien, estos ademanes involuntarios comienzan a desarrollarse entre 4 y 13 años. Existen teorías que los establecen como hereditarios. Sin embargo, la mayoría de los mismos son benignos, los cuales en algún momento de la vida desaparecen; aunque hay casos en que aumentan de frecuencia, convirtiéndose en crónicos. Si se llega a esa situación, debe tratarse de un trastorno de hiperactividad, cuyo principal encargado de atenderlo es el neurólogo.