La principal función del acondicionamiento muscular es desarrollar y mantener una cantidad adecuada de masa muscular que contribuya a realizar adecuadamente las actividades de la vida diaria.
Los beneficios del acondicionamiento físico incluyen aumentos de la masa ósea y mayor resistencia de los tejidos conectivos, previniendo la osteoporosis. Además reduce el riesgo de padecer enfermedades coronarias, diabetes no insulina dependientes y cáncer de colon. También promueve la pérdida de peso, disminuyendo la tensión arterial.
Son más recomendables los ejercicios de fuerza activa dinámica concéntrica realizados de forma lenta o moderada y minimizando las contracciones excéntricas. De esta forma se reduce el dolor muscular por esfuerzo y se facilitará la regeneración y adaptación a corto plazo. Hay que eliminar los ejercicios realizamos a altas velocidades como consecuencia de que el aparato osteoligamentoso sufre un gran deterioro.
Se deben trabajar primero los grandes grupos musculares, porque lo músculos pequeños se fatigan antes y pueden limitar la sobrecarga de los más potentes. Los ejercicios multiarticulares se realizarán antes que los simples y se alternarán los ejercicios del tren superior e inferior.
La musculatura abdominal siempre debe trabajarse en último lugar porque son un grupo muscular al que recurrimos de forma inconsciente para realizar los ejercicios y para mantener una buena postura en la ejecución y estabilización del tronco, de modo que los fatigamos realizando ejercicios para su desarrollo al inicio de la sesión influirá negativamente en el resto de actividades de la sesión de acondicionamiento físico.